Búsqueda constante de placer en el uso de dispositivos electrónicos puede generar ansiedad
La psicóloga Mariana Villegas, especialista en trastornos psicológicos infantiles y juveniles, advierte sobre los riesgos del uso excesivo de tecnología y la importancia de la supervisión parental.

En la era digital, el uso constante de redes sociales y dispositivos electrónicos está generando un impacto significativo en el desarrollo psicológico de niños y adolescentes. Según la psicóloga Mariana Villegas, especialista en trastornos infantojuveniles, la búsqueda constante de dopamina a través de las pantallas puede derivar en problemas como ansiedad, dependencia tecnológica e incluso afectar habilidades cognitivas y sociales.
Falta de autopercepción y búsqueda de pertenencia
Villegas explica que, durante la adolescencia, los jóvenes suelen tener una autoimagen difusa y buscan refugio en grupos sociales, muchas veces a través de las redes. «Si no hay supervisión en casa, aumenta el consumo de contenido inapropiado, lo que impacta directamente en su salud mental», señala.
Entre las consecuencias se encuentran pesadillas, miedo extremo y dificultades en el rendimiento académico.
Cerebro en desarrollo y control de impulsos
La especialista destaca que, antes de los 25 años, la corteza prefrontal —responsable del control de impulsos— no está completamente desarrollada. Esto dificulta que niños y adolescentes gestionen emociones como la frustración. «En los videojuegos, si pierden, reinician sin problema; pero en la vida real, no toleran el fracaso», ejemplifica. Por ello, recomienda fomentar actividades donde aprendan a ganar y perder.
Trastornos frecuentes y señales de alerta
Entre los padecimientos más comunes asociados al uso excesivo de pantallas se encuentran:
- Trastornos del lenguaje y motricidad.
- Ansiedad y dependencia digital.
- Problemas de atención y concentración.
Villegas subraya que el aislamiento, el bajo rendimiento escolar y las alteraciones del sueño son señales para buscar ayuda profesional. Además, enfatiza que, en casos de adicción, la reducción de pantallas debe ser progresiva y acompañada de actividades extracurriculares o juegos didácticos.