Uso excesivo de audífonos en niños puede causar daños irreversibles en la audición
El uso prolongado de audífonos puede causar pérdida auditiva irreversible en niños, niñas y adolescentes si se inicia desde temprana edad, advirtió Elena Armas, fonoaudióloga, durante su participación en el programa Conatel al Aire.

La especialista recomienda evitar su uso antes de los 16 años y, en caso de utilizarlos, seguir la regla 60/60 de la Organización Mundial de la Salud (OMS): no superar el 60% del volumen máximo del dispositivo ni usarlos por más de 60 minutos continuos.
Los riesgos del volumen alto
*La audición se mide en decibelios (dB). Por ejemplo:
*Una conversación normal oscila entre 25 y 30 dB.
*Una licuadora genera alrededor de 50 dB.
*Algunos dispositivos electrónicos alcanzan hasta 110 dB.
Armas explicó que exponerse a más de 85 dB durante 5 minutos ya puede dañar el oído interno, especialmente si se usan audífonos con cancelación de ruido, muy populares entre niños y jóvenes.
Daño en las células auditivas
La especialista detalló que el abuso de audífonos a volumen elevado afecta las células ciliadas de la cóclea, estructuras encargadas de captar los sonidos:
«Cada exposición a ruidos fuertes las debilita y fatiga, provocando una pérdida irreversible de la audición, especialmente en tonos agudos», afirmó.
Aumento de casos en niños
Armas, quien también es puericultora, alertó sobre un incremento alarmante de consultas por pérdida auditiva en menores, asociado al uso excesivo de dispositivos electrónicos.
Al nacer, el ser humano cuenta con 30 mil células ciliadas en el oído, las cuales se deterioran con la edad debido a factores como:
*Ruidos fuertes (tráfico, construcciones, música alta).
*Uso temprano de audífonos.
Consecuencias y prevención
*Un niño con pérdida auditiva puede presentar problemas de lenguaje. Por ello, la especialista recomienda:
*Realizar audiometrías cada 6 meses para detectar disminuciones tempranas.
*Acudir al especialista ante cualquier señal de alerta.
Además, señaló que a partir de los 8 años, los niños pueden identificar cambios en su audición (como pitidos o zumbidos). Sin embargo, desde los 2 años, los padres deben estar atentos a señales como:
*Falta de respuesta al llamado por su nombre.
*Uso de frases cortas o vocabulario limitado.