La pediatra endocrinólogo, Yessika Toyo, alertó durante una entrevista ofrecida al podcast Conéctate de Conatel, sobre los efectos del uso excesivo de las pantallas en la salud metabólica de niños y niñas.

La especialista explicó que las horas de sueño disminuyen a medida que los niños crecen, pero esto no debe afectar su descanso, por eso fue enfática en detallar cuánto tiempo deben dormir de acuerdo a su edad, siendo entre 9 y 11 la cantidad de horas ideales para quienes tienen entre 6 y 13 años.

De acuerdo con la doctora Toyo, la falta de sueño interfiere con la secreción de la hormona del crecimiento, esencial para el desarrollo, y puede generar aumento de peso, resistencia a la insulina e incluso riesgo de diabetes tipo 2.

Toyo advirtió que la exposición excesiva a dispositivos electrónicos reduce además el interés por la actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 60 minutos de ejercicio, cinco días a la semana, pero muchos niños no lo cumplen.

Además, el uso de pantallas por más de dos horas diarias afecta su neurodesarrollo, pudiendo confundirse con trastornos como el autismo.

Por otra parte, la pediatra enfatizó que la obesidad infantil acelera la pubertad y altera los ciclos metabólicos. Recomendó evitar comer frente a pantallas, ya que esto impide controlar las porciones, y promover comidas en familia, con alimentos balanceados. «No hablamos de dietas, sino de hábitos saludables que incluyan todos los grupos alimenticios», aclaró.

Consecuencias a largo plazo

En la experiencia de la doctora, la falta de sueño y el sedentarismo generan niños ansiosos, irritables y con dificultades para desenvolverse socialmente, mientras que aquellos que juegan al aire libre son capaces de establecer mejores vínculos.

Toyo hizo un llamado a proteger las horas de sueño, fomentar el movimiento y supervisar el tiempo frente a pantallas para garantizar un desarrollo óptimo.